abcdef
August 29, 2019

La retención de líquidos es un problema muy frecuente que afecta tanto a hombres como a mujeres y puede ser causado por una acción patológica o por una circunstancia concreta. 

Se habla mucho de la famosa “retención de líquidos” pero muy poca gente sabe realmente por qué se produce. El problema puede ser de procedencia interna, como una insuficiencia cardíaca congestiva, renal o hepáticas o, simplemente, se puede dar de manera puntual y el causante puede ser una dilatación de las venas en ciertas épocas del año al aumentar las temperaturas o incluso por un problema de actividad reducida del sistema linfático.

En cualquiera de todos esos casos observamos claramente la presencia de edema cuando en determinadas áreas hay hinchazón, como por ejemplo puede pasar en los tobillos o el abdomen. En ese momento se puede decir que hay un exceso de fluidos en el sistema circulatorio o dentro de los tejidos o cavidades intersticiales.

La retención de líquidos es muy común en mujeres que sufren desajustes hormonales durante la menstruación o el embarazo, en personas que llevan un estilo de vida poco saludable (consumo de tabaco o alcohol) y en aquellas que tienen una alimentación inadecuada saturada de sal y sodio. Una postura continuada de pie y constantes cambios de temperatura y presión tampoco favorecen a la circulación sanguínea.

Aunque la retención de líquidos es una molestia que produce pesadez, incomodidad y a veces resulta antiestético, tiene solución y se puede evitar de forma fácil y sencilla, sólo hay que seguir algunas pautas:

  • Elevar las piernas por encima del corazón en situación de piernas cansadas.
     
  • Incorporar infusiones digestivas y diuréticas que estimulen la eliminación de toxinas: cola de caballo, castaño de indias, ginkgo biloba y centella asiática.
     
  • A la hora de dormir debemos evitar el uso de joyas (sortijas, gargantillas etc.) que sean sumamente ajustadas y realicen presión sin dejar que el sistema circulatorio funcione de forma correcta.
     
  • Utilizar un calzado adecuado a nuestro tamaño y grosor de pie para que no se ejerza opresión. Además también hay que elegir cuidadosamente las medias y calcetines que vayamos a usar para no provocar marcas y edemas que obstaculizan el funcionamiento del sistema circulatorio.
     
  • Realizar baños alternos de calor y frio en las extremidades que sufran de hinchazón para así activar la circulación.
     
  • Realizar ejercicio físico que accione grandes grupos de músculos como puede ser andar, correr o montar en bicicleta.  De esta forma el exceso de líquidos será eliminado de forma más rápida.
     
  • Realizar drenajes linfáticos cada cierto tiempo ya que es una excelente manera de estimular la linfa y deshinchar el área que se desea. Se pueden realizar de forma manual  con un masaje suave con movimientos mecánicos o utilizar aparatología que simule ese movimiento como la presoterapia.


Hay que cuidarse tanto por dentro como por fuera ya que si lo haces, además de lucir una silueta estupenda, te sentirás mucho mejor tanto física como mentalmente.
 


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