Es importante saber que el estrés y los problemas emocionales afectan a la respiración y, en consecuencia, al cuerpo.
La expresión “tener un nudo en el estómago o en la garganta” habla de un aumento de la densidad o contracción de toda la musculatura de esta zona, afectando a la postura de la caja torácica y también a la abdominal.
Entre todos los músculos que participan en la respiración el de mayor importancia es el diafragma. Si por problemas emocionales o de mala postura, este músculo aumenta su densidad también perderá movilidad y limitará el funcionamiento de toda la caja torácica alterando el patrón respiratorio.
La respiración es un proceso que necesita de la acción de ciertos músculos y entre ellos queremos destacar la función de dos de ellos, el diafragma y el transverso del abdomen.
El proceso de respiración
En el proceso de respiración, el diafragma representa el principal músculo inspirador. Durante la inhalación este músculo se contrae desplazándose hacia abajo y creando un mayor espacio para permitir que los pulmones puedan expandirse y llenarse de aire.
La espiración se realiza de forma pasiva, con poca participación muscular ya que cuenta con la ayuda de la gravedad. Sin embargo, si estamos realizando actividad física, la musculatura abdominal (especialmente el transverso) ayuda al diafragma a volver a su estado inicial para así volver a comenzar el proceso respiratorio de inspiración - espiración.
Resumiendo, en la inspiración tenemos un aumento de la caja torácica, contracción del diafragma y relajación del transverso del abdomen. Mientras que en la espiración el proceso es a la inversa, disminución de la caja torácica, relajación del diafragma y contracción del transverso.
Los músculos de la función respiratoria además de participar en la respiración deben cubrir otras necesidades del organismo, como es la estabilidad vertebral. Si el patrón respiratorio no es el correcto, estos músculos no podrán realizar como es debida la función de respiración y estabilización, disminuyendo así la capacidad de estabilización vertebral poniendo en juego la salud de nuestra espalda.
Para mejorar el patrón respiratorio y aliviar los dolores de espalda existen diferentes tipos de ejercicios. Algunos de los más importantes son:
Ejercicios de respiración
- Relajar y estirar el diafragma.
- Ejercicios para movilizar las articulaciones costillas-vertebras y costillas-esternón.
- Ejercicios para la relajación del epigastrio.
- Ejercicios para estirar los músculos intercostales permitiendo que las costillas se separen mejor unas de otras.
- Estiramiento de los músculos pectorales (mayor y menor).
- Inspiración diafragmática.
- Alargar la espiración.
- Relajación de los pilares del diafragma.
- Relajación del Psoas.
Estos son algunos de los ejemplos en los que habría que incidir para una mejora en la respiración y como consecuencia de una mejora también de la salud de nuestra espalda y de todo el cuerpo en general.
En definitiva, es importante saber que muchos de los dolores y contracturas en la espalda están estrechamente relacionadas con el buen funcionamiento o no del patrón respiratorio.
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